Mantener viva la llama de la esperanza

 Dosis de meditación para momentos álgidos

La esperanza, como el espectáculo, debe continuar. Sumidos en momentos de estrés, sometidos a un bombardeo nefasto de noticias negativas y las exigencias de la vida diaria, es normal que llegue el momento en que nos preguntemos: ¿Cómo Mantener viva la llama de la esperanza en la actualidad. Es un tema interesante que se presta a la reflexión y vigilancia constante porque, como en todo, alcanzar el equilibrio depende de nosotros mismos.

Mantener viva la llama de la esperanza.

Y bien... ¿qué hacer para Mantener viva la llama de la esperanza ?

Esperanza. Una palabra tan bonita que es incluso nombre de mujer. Compendio de ilusión, fe y expectativa positiva ante la vida. Uno de los pilares, para muchos, de la felicidad. Por algo decían nuestros abuelos, desde la sabiduría de la experiencia: la esperanza es lo último que se pierde. 

Pero se puede perder, sino estamos atentos. La Esperanza forma parte del compendio de sentimientos positivos que debemos conservar para que la felicidad sea uno de los ingredientes activos más poderosos de la vida. Fortalece el optimismo y, muchas veces, constituye la sal de la fe, ese poderoso motor espiritual tan utilizado por las religiones para motivar al creyente. 

Si sientes que la esperanza flaquea, aquí te dejo algunas dosis de reflexión para momentos álgidos, que permitirán que mantener viva la llama de la esperanza sea tan sencillo como comer bizcochos.  

1.  Céntrate en lo positivo.

Has escuchado muchas veces que, si mantienes el foco en lo negativo, así te sentirás. Celebra la vida tanto como puedas, aún con gestos pequeños como darte un paseo diario por la senda del parque que más te guste, escribir chistes o ver películas cómicas.  Estos hábitos de mirar hacia lo divertido de la vida te hará sentirte más pleno, un estado de gozo interior difícil de explicar, pero de lo más bonito y sublime. 

2. Mímate. Ámate. Dile cosas bonitas a tu propio yo. 

Sí, eso de auto quererse ha estado feo durante mucho tiempo. Pero ya no. Quererse para querer bien a los demás. Solo el que se ama a sí mismo puede amar a los demás. Y no olvides regalarte cada día un poco de aliciente. Una chocolatina. Una sonrisa amable al vecino. Una palabra de aliento a quien lo necesite. Un largo abrazo a tu pareja... La lista de auto mimos puede ser inmensa ( se me está ocurriendo un artículo especial sobre este tema). Escribe tu propia lista y, lo más importante, pasa a la acción. 

3. Busca activamente la realización personal.

El hombre o mujer feliz sabe lo que quiere en la vida y busca el método para alcanzarlo. Sí, te equivocarás muchas veces. Te costará sudores, incluso. Pero es lo complicado de los sueños lo que hace que les llamemos sueños. En el camino irás descubriendo tantas cosas importantes sobre ti mismo/a que aprenderás a darle valor al proceso. En realidad, lo que mantiene viva la llama de la esperanza no es lograr objetivos, sino luchar por ellos y darse cuenta de lo bien preparados que estamos para vivir, ser felices y  captar lo mejor de las experiencias. 

Estos tres sencillos puntos de reflexión para momentos álgidos sobre cómo mantener viva la llama de la Esperanza, bien meditados y digeridos, pueden ayudarte a mejorar tu estilo de vida y no dejarte arrastrar por la negatividad. Eres luz, eres amor, eres lo que quieres ser. Me ha encantado escribir sobre la esperanza y la plenitud, asuntos de los que no se suele hablar en los telediarios, pero que son parte del día a día de todo ser humano. Gracias por leerme. 

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