Avila: Conglomerado de emociones.

 Ávila y su eterno encanto

Avila. Conglomerado de emociones.

Visitamos la majestuosa ciudad de Ávila (Castilla y León, España) un alegre y soleado día de abril. Las alarmas por los calores que vienen cunden en los medios de comunicación, pero la urbe nos da la bienvenida con un clima perfecto, soleado y con unos veinte tantos grados. Aparcamos el coche en zona de línea blanca y caminamos hacia el centro, que no dista lejos. Un kilómetro más adelante, las almenas de la Muralla de Ávila, uno de los muros defensivos de época medieval mejor conservados de Europa, nos avisan que ya estamos cerca del casco histórico. Aprovechamos para realizar la primera fotografía:

Fotografía del centro de Avila. España.


 ¿Qué tiene Ávila que enamora a sus visitantes? Pues muchas bondades. Una de ellas, la más evidente, es la belleza de sus plazas, edificios, monumentos.... Pasear por sus arterias da gusto. Miras aquí y allá y descubres lugares ideales para una fotografía. Un trozo de historia. Un rincón acogedor. Y eso es sólo el principio. Si nos adentramos un poco más en el casco histórico (intramuros) la urbe se abre ante nosotros como un libro de fotografías edición de lujo, siempre con La Muralla como protagonista, con sus Puertas que parecen querer llevarnos a otros tiempos. Con fuentes que invitan a sentarse en un banco de piedra bajo un árbol y ver (sentir) la vida pasar, que no es otra cosa que palpar el ambiente de una ciudad y empaparse de su transcurrir habitual: el canto de las aves, el alegre transcurrir de los turistas, el olor a pan recién hecho, a yemas de Santa Teresa, el postre más emblemático de la región. Nos detenemos a tomar un tinto de verano en una de las terrazas, disfrutando de las vistas hacia los muros de piedra y algunas esculturas. Dos ejemplos: el busto a la reina Isabel, la Católica y el blanquísimo Monumento a Santa Teresa de Jesús.

Paseo de la Muralla, Avila.

El Paseo de la Muralla (Paseo del Rastro)  es una avenida peatonal que acompaña uno de los lados de la Muralla de Ávila, que finaliza en  jardines sombreados y alegres. Da gusto caminar por este paseo arbolado cuya bondad más excelsa es el panorama que nos regala de la ciudad baja, con el campo verde que rodea la localidad como fondo esplendoroso, auténtico bálsamo para los ojos que se permiten vagar sin obstáculos. En esta zona encontramos el Busto a Rubén Darío  (el escritor)  y la Escultura del Camino de la lengua Castellana (tintero, pluma y pergamino realizados en bronce, monumento de gran belleza estilística). 

Plaza Adolfo Suarez y su fuente en Avila, España.

¿Quieres empaparte del más genuino ambiente de la ciudad de Ávila? Visita la Plaza de Adolfo Suárez, siéntate en uno de sus banquitos escuchando el relajante sonido de la Fuente Monumental, hazte una postal para el recuerdo con el Verraco Vetton (escultura zoomorfa realizada en piedra). El rincón posee belleza cinematográfica digna de las mejores películas de Woody Allen. Por cierto que la Puerta del Alcázar de la Muralla de Ávila (justo al lado de la plaza) es una de las más impresionantes. No puedo asegurarlo, pero estoy seguro que la he visto en alguna película de época.

Como ves, la ciudad Ávila es un conglomerado de emociones. Y eso que no he hablado de su gastronomía. Supongo que ya sabes que esta preciosa localidad de Castilla y León es famosa por la calidad de sus carnes, pero eso ya historia para otro post.Gracias por tu amable lectura.

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